¿Debemos votar por un candidato independiente?
Por América Vizcaíno.
Los grandes partidos se disputaran el poder, pero al final se repartirán los puestos; tendremos a las mismas personas en diferentes lugares de la función pública.
Un candidato independiente, con un curriculum que le permita desarrollar una agenda inteligente, pulcra, honesta; sería un funcionario no contaminado por el partido y quizás con una novedosa manera de enfrentar problemas y solucionarlos.
No pienso que los candidatos no tengan capacidad, creo que han estado mucho tiempo como funcionarios, militantes o asistentes y con el tiempo empiezan a percibirse, entenderse y concebirse las mismas ideas, las mismas formas de abordar problemas y de actuar.
Un candidato independiente, quizás tendría ideas frescas, una visión de los problemas que ha sufrido como ciudadano y que continúan abordándose igual, quizás no consideraría que los apoyos son la respuesta para disminuir la pobreza y la falta de oportunidades; promovería una mayor participación con organizaciones sociales sin fines de lucro que realizan, lo que el gobierno no puede hacer.
Probablemente, integraría grupos de participación social que están desmoronados y que son el motor de muchas acciones, propuestas y soluciones.
El motor está en la sociedad y desde la sociedad, no lo pueden concentrar los partidos políticos que solo realizan acciones para mantener al partido en el poder.
El motor es la sociedad vigilante que propone, exige y promueve con difíciles, prolongadas y extenuantes acciones, actividades que han rebasado al gobierno y que se quedaron abandonadas en un escritorio.
La sociedad está dispersa y esa fuerza diseminada, un candidato independiente podría unirla y detonar proyectos propuestos y promovidos por los grupos que han logrado con gran esfuerzo importantes resultados.
Quizás un candidato independiente, consideraría que la respuesta a muchos problemas la tienen, quienes los padecen.